Investigadores de la Universidad de Oregon y científicos de la empresa francesa de cuidado personal L’Oréal se unieron para desarrollar una piel artificial multicapa que imita con mayor precisión la piel humana real y puede ser cultivada en tan solo 18 días.
El desarrollo tecnológico
El avance se basa en una novedosa técnica de impresión 3D inventada por Paul Dalton, profesor asociado en el Phil and Penny Knight Campus for Accelerating Scientific Impact de la Universidad de Oregon.
Imitando la complejidad de la piel humana
Crear una piel artificial no es tan simple como cultivar células en una placa de Petri. La piel real tiene múltiples capas con diferentes tipos de células que realizan funciones distintas. Para replicar este entorno complejo, los investigadores diseñaron una piel artificial de dos capas, con las capas separadas por una membrana.
Impresión 3D de alta precisión
Los investigadores desarrollaron andamios de plástico que imitan la matriz extracelular a través de una red de hilos impresos en 3D finamente estructurados. Luego, los investigadores de L’Oréal cultivaron células en esos andamios para crear la piel artificial, con diferentes tipos de células creciendo en cada capa. La membrana evita que las células de las diferentes capas se mezclen mientras se desarrollan.
Resultados impactantes
El nuevo modelo de piel puede cultivarse en solo 18 días, encontraron los investigadores, en lugar de los 21 a 35 días que tomó crear modelos de piel artificial anteriores basados en andamios. Esto lo hace más viable para su uso en pruebas de laboratorio comerciales.
Aplicaciones futuras
L’Oréal está utilizando actualmente la piel artificial para probar productos cosméticos y para el cuidado de la piel. En el futuro, tanto el equipo de Dalton como los investigadores de L’Oréal planean explorar los muchos otros usos potenciales para los andamios subyacentes en la ingeniería de tejidos cutáneos.
Reflexiones finales
El diseño del andamio es crucial y podría aplicarse de manera más amplia, no solo para la piel, sino también para aplicaciones biomédicas como vasos sanguíneos artificiales y estructuras para ayudar a regenerar nervios dañados. Este avance representa un paso significativo en la investigación biomédica y ofrece nuevas posibilidades para abordar una variedad de enfermedades y lesiones en todo el mundo.
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