El sindicato de enfermeras más grande de EE. UU., National Nurses United (NNU), está alertando sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) en el sector sanitario. La NNU, que representa a aproximadamente 225.000 enfermeras en todo el país, afirma que la implementación de tecnologías de IA está contribuyendo a la desvalorización de las habilidades de las enfermeras y exacerbando la crisis de falta de personal. Este artículo explora las preocupaciones del NNU sobre la IA en la atención sanitaria y cómo afecta la calidad del cuidado.

Preocupaciones sobre la IA en la atención sanitaria

La integración de la inteligencia artificial en la atención sanitaria ha sido vista por muchos como una forma de mejorar la eficiencia y la precisión en los diagnósticos y tratamientos. Sin embargo, según el National Nurses United (NNU), este avance tecnológico tiene serias implicaciones negativas para las enfermeras y la calidad del cuidado.

Desvalorización de las habilidades de las enfermeras

Una de las principales preocupaciones del NNU es que la IA está llevando a la desvalorización de las habilidades de las enfermeras. En una encuesta realizada a 2.300 enfermeras registradas y miembros del sindicato a principios de 2024, se reveló que la mayoría siente que la tecnología está sustituyendo sus conocimientos y experiencia. La recolección y análisis continuo de datos no puede reemplazar el juicio clínico y la intuición que desarrollan las enfermeras a lo largo de sus carreras.

Impacto en la atención al paciente

Michelle Mahon, directora asistente de práctica de enfermería del NNU, advierte que la IA está siendo utilizada para rediseñar la prestación de cuidados de manera que usurpa las habilidades de los tomadores de decisiones. Por ejemplo, el seguimiento en tiempo real de la actividad de las enfermeras puede alargar procedimientos que necesitan ser realizados rápidamente, como los exámenes en unidades de cuidados intensivos neonatales, exponiendo a los bebés prematuros al frío y a patógenos.

En un estudio de prueba de un sistema de IA de Kaiser Permanente, se encontró que casi el 32% de los mensajes de los pacientes nunca fueron vistos por un médico humano. Esto evidencia cómo los sistemas automatizados pueden limitar la capacidad de los pacientes para comunicarse directamente con sus doctores, afectando negativamente la atención que reciben.

Problemas de implementación

Las enfermeras también enfrentan dificultades para anular decisiones tomadas por la IA. La encuesta del NNU encontró que el 40% de las encuestadas no pueden anular predicciones hechas por algoritmos que determinan resultados de los pacientes, y el 29% reportó que no podían modificar datos generados algorítmicamente sobre heridas o niveles de dolor en los registros de salud electrónicos.

Herramientas no reguladas y no probadas

Otro problema significativo es que muchas herramientas de IA utilizadas en la atención sanitaria no están reguladas. Esto incluye software administrativo que resume notas de los doctores o gestiona niveles de personal, así como IA predictiva que ofrece recomendaciones y diagnósticos. La mayoría de estas tecnologías no ha sido probada adecuadamente, y la “fiebre de la IA” ha dado a los administradores una excusa para implementar automatización de manera apresurada e irresponsable.

Reflexiones adicionales

El uso de la inteligencia artificial en la atención sanitaria tiene el potencial de mejorar muchos aspectos del cuidado, pero su implementación apresurada y sin regulación adecuada puede causar más daño que beneficio. Las enfermeras no están en contra de la tecnología per se; aprecian herramientas que faciliten su trabajo, como los dispositivos que registran automáticamente signos vitales. Sin embargo, es crucial que estas tecnologías se utilicen de manera que complementen, y no reemplacen, las habilidades humanas y el juicio clínico.

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