El MicroMac es una recreación moderna del Macintosh original, creada por el entusiasta de la electrónica Matt Evans. Utilizando un microcontrolador Raspberry Pi Pico de solo 4 dólares, Evans ha conseguido emular el microprocesador 68000 y el sistema operativo System Software 1.0. Este artículo explora cómo lo logró, las dificultades que encontró y la magia detrás de revivir uno de los primeros ordenadores personales.

Introducción a la computación retro

Los ordenadores antiguos son, en muchos aspectos, mucho más divertidos de modificar y experimentar que las máquinas actuales. Los sistemas con procesadores como el 6502 o el Z80, con sus numerosos chips y placas de circuito con rastros enormes, eran fácilmente comprensibles y modificables. Hoy en día, los ordenadores modernos, con sus complejos procesadores como el Intel Core i9, presentan un desafío mayor para los aficionados a la electrónica.

Es cierto que el paso del tiempo ha hecho que estos antiguos ordenadores parezcan más atractivos de lo que realmente eran. Sus limitaciones de hardware y problemas de usabilidad eran significativos. A pesar de esto, los entusiastas de la computación retro continúan alabando estos sistemas, y tratar de convencerlos de lo contrario es una tarea inútil.

MicroMac: El proyecto de Matt Evans

La inspiración y los primeros pasos

Matt Evans, un aficionado a la electrónica, tiene una especial predilección por el Macintosh original de Apple, con su microprocesador Motorola 68000, 128 KB de RAM y pantalla monocromática. Esto lo llevó a preguntarse cómo podría reproducirse este sistema de manera económica y sencilla hoy en día. La respuesta: unos pocos dólares y mucho esfuerzo.

Evans diseñó y construyó un clon diminuto del Macintosh original, llamado MicroMac, utilizando hardware moderno. El corazón del proyecto es el Raspberry Pi Pico, un microcontrolador de 4 dólares que emula el microprocesador 68000, reproduce el hardware del Macintosh, emite una señal VGA y acepta entradas de teclado y ratón.

El proceso de emulación

Para evitar complicaciones innecesarias, Evans utilizó el emulador de CPU 68000 existente llamado Musashi 68K interpreter. Esta herramienta, basada en C, proporcionó una plataforma sobre la cual construir un emulador para el sistema operativo System Software 1.0. Así nació umac, un emulador personalizado que tiene la mínima emulación de hardware necesaria para arrancar y ejecutar algunas aplicaciones básicas.

Aunque el sistema original funcionaba a 7.8336 MHz, la emulación es menos eficiente que el hardware real. Por eso, el Pico, que puede funcionar hasta 133 MHz, no podía igualar la velocidad del ordenador original. Afortunadamente, el Pico es conocido por su capacidad de ser sobreacelerado, por lo que Evans lo ajustó a 250 MHz para acercarse al rendimiento del Macintosh original.

La documentación y la comunidad

Construir un MicroMac puede parecer una tarea ardua, pero Evans ha documentado todo el proceso detalladamente en Github, claro. Gracias a esto, reproducir este proyecto no debería ser demasiado difícil para aquellos que ya tienen una Raspberry Pi Pico por ahí aburrida. Evans anima a quienes lo intenten a compartir sus resultados en la comunidad de Hackster, para que otros aficionados puedan admirar sus creaciones.

Reflexiones adicionales

El proyecto MicroMac de Matt Evans no solo es una hazaña técnica impresionante, sino también un testimonio del poder de la comunidad de entusiastas de la electrónica y la computación retro. Al documentar su proceso y compartirlo libremente, Evans no solo revivió un pedazo de la historia de la computación, sino que también inspiró a otros a explorar y aprender.

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