La Policía de Detroit ha adoptado nuevas reglas para limitar su dependencia de la tecnología de reconocimiento facial después de llegar a un acuerdo con Robert Williams, un hombre afroamericano arrestado erróneamente en 2020 debido a una falsa coincidencia facial. Estas nuevas restricciones, consideradas las más estrictas en Estados Unidos, impiden que la policía realice arrestos basados únicamente en los resultados de reconocimiento facial. Además, todas las detenciones desde 2017 serán auditadas para evaluar la influencia de esta tecnología.

Un caso de injusticia: El arresto erróneo de Robert Williams

En 2020, Robert Williams fue arrestado frente a su familia después de que la tecnología de reconocimiento facial señalara su foto del carnet de conducir expirada como una posible coincidencia con un supuesto ladrón. Este evento perturbó completamente su vida, generando una protesta significativa en la comunidad y atrayendo la atención de organizaciones como la ACLU.

La situación de Williams no fue un incidente aislado. La Policía de Detroit ya había realizado al menos otros dos arrestos erróneos basados en resultados de reconocimiento facial, ambos también afectando a hombres afroamericanos. Estos errores resaltan un problema sistémico en la tecnología de reconocimiento facial: su tendencia a identificar incorrectamente a personas de color. Según estudios, este tipo de tecnología presenta mayores tasas de error en la identificación de individuos no blancos, lo que agrava las disparidades raciales en el sistema de justicia.

Restricciones impuestas: Un paso hacia la reforma

El nuevo acuerdo establece que “una pista de reconocimiento facial, combinada con una identificación en una fila de fotos, nunca será suficiente para solicitar una orden de arresto”. En cambio, se requiere “evidencia adicional, independiente y confiable que vincule a un sospechoso con un crimen”. Estas medidas están diseñadas para asegurar que la tecnología de reconocimiento facial no reemplace el trabajo investigativo básico de la policía.

Además, la policía de Detroit deberá someterse a capacitación sobre la tecnología de reconocimiento facial, enfocándose especialmente en abordar los sesgos raciales en sus tasas de precisión. Esta formación es crucial para mejorar la comprensión y manejo de la tecnología, garantizando que se use de manera justa y efectiva.

Otro aspecto significativo del acuerdo es la auditoría de todos los casos desde 2017 en los que se utilizó el reconocimiento facial para obtener órdenes de arresto. Esta revisión busca identificar y corregir posibles errores pasados, proporcionando justicia a quienes pudieron haber sido afectados injustamente.

Reflexiones adicionales

El caso de Robert Williams y la subsecuente reforma en la Policía de Detroit subraya la importancia de evaluar críticamente el uso de tecnologías avanzadas en la aplicación de la ley. Si bien el reconocimiento facial tiene el potencial de ser una herramienta útil, su implementación debe estar acompañada de salvaguardias rigurosas para prevenir abusos y errores. Las nuevas reglas impuestas en Detroit representan un paso adelante, pero la vigilancia continua y la disposición para realizar ajustes adicionales serán esenciales para garantizar que la tecnología se utilice de manera justa y efectiva.

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