Los plásticos son una carga cada vez mayor para nuestro medio ambiente y nuestra salud. Científicos del Instituto Leibniz de Ecología de Aguas Dulces y Pesca Continental (IGB) y de la Universidad de Potsdam han descubierto hongos capaces de degradar eficazmente varios tipos de plásticos sin necesidad de pretratamiento. Este hallazgo representa un avance significativo en la búsqueda de soluciones sostenibles para el tratamiento de residuos plásticos convirtiéndose los hongos en una herramienta esencial para la biorremediación del plástico.

La crisis de los plásticos

Los plásticos pueden persistir en el medio ambiente durante décadas debido a su resistencia a la degradación por bacterias del suelo y del agua. Esta persistencia ha llevado a una acumulación masiva de residuos plásticos en diversos ecosistemas, con graves consecuencias para la fauna y la flora, así como para la salud humana. Ante esta crisis, se están llevando a cabo investigaciones en todo el mundo para encontrar formas prácticas y sostenibles de tratar estos residuos.

Hongos como solución

Un equipo de investigadores del IGB y la Universidad de Potsdam ha identificado hongos aislados de ecosistemas de agua dulce que pueden degradar eficazmente polímeros plásticos como el poliuretano, el polietileno y el caucho de neumáticos. Estos resultados, publicados en Science of the Total Environment, sugieren que estos hongos podrían desempeñar un papel crucial en la biorremediación de plásticos sin necesidad de pretratamientos químicos o térmicos.

El estudio en detalle

El equipo de investigación seleccionó 18 cepas de hongos y evaluó su capacidad para descomponer el poliuretano, el polietileno y el caucho de los neumáticos, algunos de los plásticos más comunes en el medio ambiente. Las cepas de Fusarium, Penicillium, Botryotinia y Trichoderma demostraron un alto potencial para degradar estos materiales.

Los análisis realizados con un microscopio electrónico de barrido mostraron que las paredes celulares de algunos hongos se deforman cuando colonizan los plásticos, lo que probablemente representa adaptaciones estructurales de los micelios que les permiten colonizar materiales hidrófugos como el poliuretano. Estas adaptaciones son clave para la eficiencia en la degradación de plásticos.

La espectroscopia FT-IR y el análisis DOC demostraron que la actividad enzimática inicial de los hongos produce productos intermedios que sirven como fuente de carbono y energía para su crecimiento. Esto aumenta la concentración de carbono orgánico soluble disponible, creando un ciclo autosuficiente de degradación y alimentación para los hongos.

Implicaciones del estudio

A diferencia de muchos estudios previos, este no utilizó pretratamientos como luz UV, ozonización, oxidantes químicos o tratamientos térmicos para iniciar la degradación de los plásticos. Este hallazgo es significativo porque sugiere que los hongos pueden degradar polímeros plásticos de manera eficiente sin la necesidad de procesos adicionales, lo que simplifica y abarata el proceso de biorremediación.

El conocimiento sobre cepas de hongos más eficaces, especialmente para la biodegradación del poliuretano, podría contribuir al desarrollo de conceptos de reciclado a gran escala de residuos plásticos. La identificación de hongos como Fusarium, Penicillium, Botryotinia y Trichoderma como degradadores efectivos de plásticos abre nuevas vías para la gestión sostenible de residuos.

Reflexiones adicionales

Los hongos producen enzimas capaces de descomponer compuestos químicos formados por muchas macromoléculas, como el plástico. Además, están bien adaptados a la vida en la “plastisfera” gracias a sus formas de crecimiento invasivas y su capacidad para formar biopelículas e interactuar con las ya existentes. Estas características los hacen ideales para la biorremediación.

A pesar de estos prometedores resultados, aún queda mucho por investigar. Es necesario comprender mejor cómo los hongos interactúan con diferentes tipos de plásticos y bajo qué condiciones se optimiza su actividad degradadora. Además, la implementación de estas soluciones a escala industrial requerirá más estudios y pruebas.

Conclusión

Los hongos identificados por los investigadores del IGB y la Universidad de Potsdam representan una nueva esperanza en la lucha contra la contaminación por plásticos. Su capacidad para degradar polímeros plásticos sin necesidad de pretratamientos abre nuevas posibilidades para la biorremediación sostenible. Con más investigación y desarrollo, estos hongos podrían convertirse en una herramienta clave para mitigar el impacto ambiental de los plásticos.

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