Científicos estadounidenses han conseguido encontrar una nueva hormona que podría transformar los tratamientos para las fracturas y la osteoporosis. Esta hormona, identificada en estudios de laboratorio, fortalece significativamente los huesos y promete nuevas soluciones terapéuticas.
Un hallazgo inusual en el mundo de la ciencia
Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad de California ha realizado un descubrimiento sorprendente: una nueva hormona que fortalece notablemente los huesos. Este hallazgo, publicado en la revista Nature, podría revolucionar el tratamiento de fracturas y enfermedades óseas como la osteoporosis. Identificar una nueva hormona es un desafío considerable en el campo de la biología, dado que se requiere confirmar su lugar de producción, los tejidos que afecta y su presencia en el torrente sanguíneo. Según la profesora Holly Ingraham, coautora del estudio, esta hormona se fabrica en el cerebro y se transporta a través del torrente sanguíneo hasta las células formadoras de hueso.
El Dr. Sundeep Khosla, científico de la Clínica Mayo, comentó que la existencia de esta hormona en mamíferos, incluidos los humanos, ya se conocía, pero no se sabía que funcionaba como una hormona. Los investigadores han denominado a esta sustancia «hormona cerebral maternal«, y han demostrado que ayuda a construir hueso, particularmente después del embarazo cuando los niveles de estrógeno disminuyen y el cuerpo necesita más calcio para la producción de leche.
Implicaciones del descubrimiento para la salud ósea
El descubrimiento de esta nueva hormona ofrece una pieza crucial en el entendimiento de cómo los huesos mantienen su fortaleza durante la lactancia y se recuperan después del destete. Normalmente, el estrógeno fortalece los huesos y previene la pérdida de calcio. Sin embargo, durante la lactancia, los niveles de estrógeno caen, aumentando la demanda de calcio. Esta nueva hormona juega un papel fundamental en mantener la fortaleza ósea durante este período crítico.
Además, los estudios han mostrado que esta hormona no solo es importante en el período postparto, sino que también puede promover el crecimiento óseo en los hombres. Esto sugiere que podría ser utilizada para acelerar la reparación de fracturas, tratar la osteoporosis y prevenir la pérdida prematura de masa ósea causada por tratamientos médicos. La hormona funciona tanto en hombres como en mujeres, lo que amplía significativamente su potencial terapéutico.
Un viaje científico para descubrir la hormona
La investigación que llevó al descubrimiento de la «hormona cerebral maternal» se basó en estudios previos realizados en 2019, en los que se encontró una manera de aumentar la densidad y la fortaleza ósea en ratones hasta un 800%. Este efecto dramático fue mediado por células en el hipotálamo, una estructura del cerebro que produce hormonas. Bloquear el estrógeno en células específicas del hipotálamo resultó en un crecimiento óseo supercargado, pero solo en hembras.
Los investigadores teorizaron que, cuando el estrógeno se desactiva, estas células en el cerebro femenino de alguna manera dirigen al cuerpo para canalizar energía hacia el crecimiento óseo. La pregunta era cómo se transmitía este mensaje. En el nuevo estudio, buscaron una molécula en la sangre que transmitiera esta señal. Confirmaron que el culpable estaba en la sangre utilizando ratones con señalización de estrógeno bloqueada, y que tenían huesos extraordinariamente densos. Ratones normales que recibieron infusiones de sangre de estos ratones modificados mostraron un crecimiento óseo dramático.
Potencial terapéutico y futuras investigaciones
Los investigadores también descubrieron que el gen CCN3, activo en el hipotálamo de los ratones con huesos más densos, codifica las instrucciones para una proteína que ellos proponen llamar «hormona cerebral maternal». Esta proteína, históricamente no considerada una hormona, parece jugar un papel crucial en la comunicación entre el cerebro y las células formadoras de hueso. Los estudios mostraron que, en ratones mayores, esta hormona puede acelerar la reparación de fracturas, lo que sugiere un potencial significativo para el tratamiento de fracturas en humanos.
Finalmente, se reveló que los niveles de CCN3 aumentan naturalmente en el cerebro de ratones hembras durante el período postparto. Bloquear este aumento resultó en una rápida debilitación ósea durante la lactancia, lo que subraya la importancia de esta hormona en mantener la fortaleza ósea. Aunque este aumento aún necesita ser confirmado en humanos, los datos en ratones sugieren que la hormona es clave para mantener los huesos fuertes durante la lactancia.
Conclusión
El descubrimiento de la «hormona cerebral maternal» marca un avance significativo en la comprensión de la biología ósea y ofrece nuevas vías para el tratamiento de fracturas y osteoporosis. Este hallazgo no solo amplía el conocimiento sobre la regulación del crecimiento óseo, sino que también abre la puerta a posibles terapias que podrían beneficiar tanto a hombres como a mujeres. Con futuras investigaciones, podríamos estar más cerca de desarrollar tratamientos efectivos que mejoren la salud ósea y aceleren la recuperación de fracturas.
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