Cuando algunos estamos empezando a disfrutar de Wi-Fi 7 ya se empieza a hablar de la próxima Wi-Fi 8, basada en el estándar 802.11bn, que promete redefinir la conectividad inalámbrica centrándose en fiabilidad y eficiencia sin sacrificar el rendimiento de Wi-Fi 7. Aunque su desarrollo aún está en fases tempranas (esperándose el inicio de su certificación para dentro de 4-5 años), este avance apunta a resolver limitaciones críticas en la congestión de redes y mejorar el soporte para aplicaciones críticas, desde IoT hasta comunicaciones de alta densidad.

Con una base tecnológica sólida, Wi-Fi 8 introduce innovaciones en la gestión de redes, modulación de señales y eficiencia energética. En este artículo, profundizamos en sus principales características, el impacto esperado en el mercado y cómo podría transformar nuestra experiencia diaria con dispositivos conectados.

¿Qué trae de nuevo Wi-Fi 8?

Wi-Fi 8 no se limita a ofrecer mayores velocidades, sino que aborda problemas como la congestión en redes de alta densidad. Su diseño se centra en:

  • Fiabilidad mejorada: Mediante el uso de redes autoorganizadas (SON), Wi-Fi 8 optimiza el tráfico para reducir interferencias y pérdidas de paquetes.
  • Eficiencia energética: La tecnología permitirá que los dispositivos IoT consuman menos energía, alargando la duración de baterías en sensores y wearables.
  • Latencia ultrabaja: Ideal para aplicaciones críticas como videojuegos en la nube y videollamadas.

En términos técnicos, Wi-Fi 8 empleará modulación OFDMA mejorada, con más subcanales para dividir la banda de frecuencia y priorizar tráfico crítico. Esto incluye un enfoque en la densidad espectral, logrando un rendimiento eficiente sin consumir más espectro.

Comparativa con Wi-Fi 7

Aunque Wi-Fi 7 ya supuso un salto en términos de ancho de banda y latencia, Wi-Fi 8 eleva la experiencia al incorporar inteligencia en la asignación de recursos. Mientras que Wi-Fi 7 opera en bandas de 2,4 GHz, 5 GHz y 6 GHz, Wi-Fi 8 maximiza el rendimiento incluso en redes congestionadas.

Una diferencia clave es la implementación de redes autoorganizadas, que ofrecen un rendimiento consistente, incluso en entornos complejos. Además, se estima que Wi-Fi 8 incrementará la eficiencia en al menos un 30 % en comparación con su predecesor.

Impacto en el Internet de las cosas

Wi-Fi 8 tiene un enfoque específico en el IoT, donde dispositivos como termostatos, cámaras y electrodomésticos inteligentes demandan conexiones fiables pero de bajo consumo. Las mejoras en densidad y eficiencia permitirán conectar más dispositivos por hogar o empresa sin afectar la estabilidad de la red.

La tecnología también facilita el desarrollo de ciudades inteligentes, donde semáforos, sensores ambientales y sistemas de transporte podrán intercambiar datos en tiempo real sin interrupciones.

Reflexión sobre el futuro de Wi-Fi

El avance hacia Wi-Fi 8 representa una evolución más que una revolución. Con tecnologías como el 5G avanzando, Wi-Fi 8 busca consolidarse como la opción preferida para espacios interiores y aplicaciones industriales. Su éxito dependerá en gran medida de la capacidad de los fabricantes para implementar estas mejoras de forma accesible y compatible con infraestructuras existentes.

En definitiva, Wi-Fi 8 no solo mejorará nuestra experiencia diaria, sino que sentará las bases para un ecosistema más conectado, fiable y eficiente.

 

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