Windowsfx se ha convertido en una de las distribuciones de Linux más comentadas por su enfoque único: ofrecer una experiencia de usuario casi idéntica a la de Windows. Diseñada para quienes desean una transición sin sobresaltos del ecosistema de Microsoft al mundo del software libre, esta distribución no solo imita la interfaz de Windows 10 y 11, sino que también incluye aplicaciones de Microsoft integradas, como Edge y Teams, y soporte para ejecutar software nativo de Windows.

Este artículo analiza a fondo las características de Windowsfx, sus ventajas y limitaciones, y lo compara con otras soluciones similares en el mercado.

Un Linux con alma de Windows

Windowsfx, también conocido como Linuxfx, está basado en Ubuntu, una de las distribuciones Linux más populares. Sin embargo, lo que lo diferencia es su entorno de escritorio KDE Plasma, configurado para imitar la apariencia y funcionalidad de Windows. Desde el menú Inicio hasta los iconos del escritorio, todo en Windowsfx está diseñado para que los usuarios de Windows se sientan en casa.

Además de su estética, incluye herramientas como Wine y Crossover para ejecutar aplicaciones de Windows de manera nativa. Esto permite a los usuarios seguir utilizando software al que están acostumbrados, como Microsoft Office, sin necesidad de cambiar por completo a alternativas de código abierto.

Características destacadas:

1. Interfaz familiar: Similar a Windows 10 y 11, incluyendo un menú Inicio funcional y barra de tareas.
2. Aplicaciones preinstaladas de Microsoft: Microsoft Edge, Teams y OneDrive están listos para usar.
3. Asistente de voz por IA: Integra un asistente virtual que responde a comandos de voz.
4. Compatibilidad con software de Windows: Gracias a Wine y Crossover, se pueden ejecutar programas como Photoshop o AutoCAD.

Un paso sencillo hacia Linux

Para quienes han utilizado Windows durante años, adaptarse a Linux puede ser intimidante. Windowsfx elimina esta barrera al proporcionar un sistema operativo que se siente como una extensión de Windows, pero con los beneficios del ecosistema Linux: mayor estabilidad, seguridad, y personalización.

Beneficios clave:

• Velocidad y ligereza: Ideal para equipos más antiguos o con especificaciones limitadas.
• Menor exposición a malware: Gracias a la robustez de Linux frente a amenazas comunes en Windows.
• Coste cero: Como toda distribución de Linux, es completamente gratuita.

Sin embargo, no todo es perfecto. Windowsfx incluye muchas funcionalidades de Microsoft, lo que puede preocupar a quienes buscan independencia total del software propietario. Además, aunque el soporte para aplicaciones de Windows es sólido, no es infalible y algunas herramientas avanzadas pueden no funcionar correctamente.

Comparativa con otras soluciones

Aunque Windowsfx es uno de los proyectos más ambiciosos para simular Windows en Linux, no es el único. Distribuciones como Zorin OS o configurar manualmente un «Wubuntu» ofrecen caminos similares. Sin embargo, Windowsfx destaca por ser una solución lista para usar, sin necesidad de personalización técnica por parte del usuario.

Conclusión y reflexiones

Windowsfx es una distribución Linux excepcionalmente diseñada para usuarios de Windows que quieren explorar el mundo del software libre sin comprometer la familiaridad. Su enfoque en la accesibilidad, la compatibilidad y las aplicaciones preinstaladas lo convierten en una opción destacada para principiantes y veteranos por igual.

No obstante, los usuarios más puristas de Linux podrían cuestionar la dependencia de Windowsfx de las aplicaciones de Microsoft y su estrecha similitud con el sistema operativo propietario. Como siempre, elegir una distribución Linux depende de las necesidades y prioridades individuales.