Siguiendo en la misma línea de la noticia que acabamos de publicar (y tan solo disponible a los usuarios registrados, I’m sorry) el problema de transmisión de grandes cantidades de datos aumenta de forma exponencial … cuando vienen del fondo del mar
Más de una vez, cuando estuvimos estudiando el empleo de drones para aplicaciones industriales y de «submarinos» nos comentaron que es mucho más sencillo comunicarse con Marte que con el fondo del mar.
Ahora se podrían reducir estos problemas gracias a los estudios que se están llevando a cabo en el MIT sobre transmisión inalámbrica directa de datos a través de la barrera aire-agua.
La idea sería seguir utilizando para las comunicaciones submatinas un transmisor que dirige una señal de sónar hacia la superficie del agua, causando diminutas vibraciones que corresponden a los unos y ceros transmitidos. Por encima de la superficie, un receptor altamente sensible lee estas pequeñas perturbaciones y descodifica la señal de sónar.
De esta forma los submarinos militares, por ejemplo, no necesitarían salir a la superficie para comunicarse con aviones, y al evitarse emerger también se evitarían el riesgo de que su posición fuese detectada por el enemigo. Otra aplicación inmediata estaría en las comunicaciones de los robots submarinos que vigilan la vida marina y realizan otras observaciones científicas. Con el nuevo sistema, estos robots ya no necesitarían salir periódicamente a la superficie para enviar los datos a los investigadores.
Evidentemente añadidas estas balizas de transmisión acústica en sus cajas negras podrían facilitar en gran medida las operaciones de búsqueda de aviones desaparecidos
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