El uso descuidado de memorias USB presenta dos grandes problemas. Por un lado es una fuente sencilla de introducción de «malware» de todo tipo en ordenares y de ahí a redes corporativas e incluso sistemas de control industrial. Por otro poca gente protege convenientemente sus ficheros de forma que cualquiera puede extraer la información contenida en las mismas.
Ahora, Lexar acaba de presentar sus nuevas penflash F35 que vienen con USB3.0, detector de huella y capacidades de 32, 64, 128 … y 256 GB.
Aunque todavía no hay una fecha de salida al mercado ya se pueden precomprar en Amazon a unos precios que van desde los 33 $ a los 170 $ de la de 256 GB para la que habrá que esperar al menos un par de meses más.
Su «sensor» es francamente rápido ya que es capaz de reconocer la huella en menos de un segundo pudiendo almacenar en memoria la identificación de diez personas.
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