Durante la pasada semana nos ha tocado urgentemente comprar un nuevo coche y “curiosamente” lo que más nos ofrecían en los concesionarios eran los diésel. Podría ser porque tienen prisa por quitarse de sus stocks de este tipo de vehículos o simplemente porque cada vez hay más oferta de coches con ese tipo de motores…y a precios cada vez más interesantes.
Lo que tengo claro es que a pesar de la demonización del coche de gasoil tampoco será antes de 15-20 años en los que se pueda llegar al objetivo de la descarbonización del transporte. El coche híbrido es una moda fomentada por ciertos ayuntamientos progres y las restricciones de tráfico para circular por el interior de las ciudades un tema sujeto a los caprichos políticos más que a intereses generales.
Si hablamos del coche eléctrico el tema es aún más complicado por el coste y la autonomía de las baterías así como por las necesidades de trasformar todas las estaciones de servicio teniendo que tener en cuenta que de los 5 minutos para repostar actualmente se pasaría, en el mejor delos casos, a 35-40 con lo que se necesitaría multiplicar por 6 o por 8 el número de puntos de reportaje. Por otra parte pensando en la recarga en el domicilio habría que rediseñar por completo la red eléctrica para tener en cuenta que en Europa, a diferencia de USA, todos necesitaríamos recargar nuestros automóviles con un par de hora de diferencias lo que complica mucho la optimización de una red de este tipo.
Por otra parte la generación de EE vía renovables (pensando sobre todo en solar) tampoco acompaña por cuanto por la noche no se genera cuándo es el momento con más consumo
Tampoco la “generación eléctrica” aprovechando la de las redes inalámbricas o del cuerpo humano serán suficientes para cargar nuestro parque automovilístico… o ¿alguien se lo cree?
Investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC) crean un dispositivo de celulosa que podría emplearse para generar energía eléctrica en todo tipo de aplicaciones.
Han creado un novedoso papel termoeléctrico capaz de transformar el calor residual en pequeños voltajes que en un futuro próximo, se podría utilizar como dispositivo wearable, en aplicaciones médicas o deportivas, por ejemplo.
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Para el interesado ya que sabemos que por aquí hay mucho cotilla
El último coche a cambiar ha sido el Peugeot 2008 gasolina con 100CV y 5 marchas que ha sido sustituido por un nuevo Peugeot 2008 gasolina de 130 CV y 6 marchas… en dura pugna con un Opel Crossland X