Es una pena no contar con un «aguerrido» Capitán ¿mercante, o más bien, de yate? para que ponga en contexto la importancia o no de esta noticia.
Aunque parece que tan solo se está investigando la aplicación de la conducción autónoma en vehículos de cuatro ruedas, a primeros de este año se presentó el proyecto SVAN – Safer Vessel with Autonomous Navigation desarrollado de forma conjunta por Rolls Royce y Finferries (compañía finlandesa de ferrys).
El pasado 3 de diciembre hicieron un viaje con el ferry FALCO (con capacidad para transportar 54 coches) sin intervención humana empleando sensores y tecnología desarrollada por Rolls-Royce y embarcado en un contenedor «plug-and-play»).
La vuelta del viaje de 15 minutos fue controlada de forma remota por un operador situado a más de 45 km de distancia conectado en todo momento vía 4G.
Hablando de coches autónomos y de sus pruebas, Florida es el primer sitio en el que se pueden hacer pruebas de conducción autónoma sin la necesidad de que haya un humano «detrás» para tomar el control en caso de necesidad. Muy arriesgado, ¿no?