Los científicos tenemos fama de ser frios y nos cuesta empatizar con las personas. En los robots estas características se ve multiplicadas y su forma de comunicación deja mucho que desear ¿no?.
Exceptuando al robot español Aisoy1 que se define como el primer robot emocional… y con empatía, mucho hay que trabajar en este mundo para que los robots tengan su espacio entre humanos. De ahí el interés del robot Irony Man diseñado por un grupo de investigadores de la Universidad de Augsburgo.
Para ello, han dotado a este pequeño robot, que mide 30 cm, de sentido del humor, con el fin de hacer más amena la comunicación de éste con la sociedad.
Y, en principio, se ha conseguido, pero, por lo visto, Irony Man no tiene filtro, recalca la ironía constantemente, sea cual sea el estado de su interlocutor. Por lo tanto, por ahora se encuentra en un período de pruebas, porque, a fin de cuentas, se trata de un robot con un humor tan fino que es incapaz de empatizar con sus pares humanos. Siendo esto un problema comunicativo, siempre y cuando se quiera que el objetivo del emisor sea «caer bien» a su interlocutor.
932
La gente de iRobots (creadores, entre otras muchas cosas, de la Roomba) ha visto el interesante futuro que tienen los robots en la educación por lo que acaban de comprar a la startup Root Robotics… que desde hace tiempo viene vendiendo un kit educativo a partir de la plataforma Roomba hackeada.