La verdad es que admiro (a la vez que envidio) a Brendan Barry por su imaginación y el tiempo que tiene libre para poder fabricar cámaras de fotografía a partir de los objetos más extraños como pueden ser una piña, una sandía, pan de molde o incluso la cabina de un ascensor.
Ahora bien, esta vez se ha superado creando la cámara Polaroid más grande del mundo (por cuanto es un contenedor de transporte), la más lenta (ya que en su interior el proceso de revelado se hace de forma artesanal por un grupo de personas) y la más impráctica (por cuanto se han tardado tres semanas en fabricarla). Eso sí, como dice su creador las fotografías obtenidas no son nada comparable a lo obtenido hasta la fecha por cuanto la gente que va a retratarse se acerca a la misma de una forma nunca antes vista 😉
Yo por mi parte voy a «¿perder el tiempo?» aprendiendo un poco de MicroPython para convertir mi próximo PocketScreen (que debería estar llegándonos en los próximos días) en un sistema de predicción del tiempo
Eso así, además en los ratos libres ¡! ya estamos empezando a aprender a crear un MacOS (Con Catalina como S.O.) en una máquinas virtual … para convertir nuestro próximo MiniBook de Chuwi en un auténtico Hackintosh!