En la órbita geoestacionaria, a unos 35.786 kilómetros sobre la Tierra, Astroscale U.S. se prepara para una misión pionera: el repostaje de dos satélites de la Fuerza Espacial de EE. UU. en 2026. Este proyecto busca establecer servicios escalables de repostaje en el espacio, permitiendo una maniobrabilidad sostenida y extendiendo la vida útil de los satélites. La misión, denominada APS-R, representa un paso significativo hacia la sostenibilidad y eficiencia en las operaciones espaciales.
La misión APS-R: repostaje en órbita geoestacionaria
Astroscale U.S. liderará la primera operación de repostaje de un activo de la Fuerza Espacial de EE. UU., específicamente uno de los satélites Tetra-5. La misión APS-R, programada para el verano de 2026, implicará una serie de maniobras cuidadosamente coreografiadas y operaciones de acoplamiento en la órbita geoestacionaria. El objetivo es demostrar la viabilidad de servicios de repostaje en el espacio, una capacidad crítica para la movilidad y logística espaciales.
Consideraciones técnicas y desafíos
El repostaje en el espacio presenta desafíos técnicos significativos. Uno de ellos es la necesidad de interfaces estandarizadas para la transferencia de combustible. Orbit Fab ha desarrollado el RAFTI (Rapidly Attachable Fluid Transfer Interface), un puerto de repostaje que permite la transferencia de hidracina y otros combustibles sin necesidad de brazos robóticos. Este sistema es esencial para facilitar operaciones de repostaje eficientes y seguras.
Implicaciones para la sostenibilidad espacial
La capacidad de repostar satélites en órbita tiene implicaciones significativas para la sostenibilidad espacial. Actualmente, muchos satélites se retiran cuando agotan su combustible, lo que contribuye a la acumulación de desechos espaciales. El repostaje en órbita puede extender la vida útil de los satélites, reducir la necesidad de lanzar reemplazos y minimizar la generación de basura espacial.
China y su apuesta por el repostaje orbital
China ha estado desarrollando activamente tecnologías para el repostaje de satélites en órbita. Un ejemplo destacado es el satélite experimental Shijian-25, lanzado en enero de 2025. Este satélite fue diseñado para probar y validar capacidades clave que podrían prolongar la vida útil de los satélites y mejorar su rendimiento mientras están en órbita.
Además, China ha desarrollado tecnología de monitoreo y seguimiento inspirada en las ballenas, que permite rastrear rápidamente una gran cantidad de satélites, lo cual subraya la importancia del seguimiento de actividades espaciales debido al incremento de la militarización del espacio
Estos desarrollos indican que China está invirtiendo significativamente en capacidades de mantenimiento y extensión de la vida útil de los satélites, lo que podría tener implicaciones importantes para la sostenibilidad y eficiencia de las operaciones espaciales.
Rusia y sus proyectos de mantenimiento orbital
Rusia, por su parte, ha estado desarrollando iniciativas como el proyecto MEV (Mission Extension Vehicle) en colaboración con RSC Energia y otras instituciones. Aunque el MEV original fue desarrollado por Northrop Grumman (EE.UU.), Rusia ha anunciado intenciones similares de contar con vehículos capaces de acoplarse a satélites y extender su vida útil mediante sistemas mecánicos y de suministro energético.
En paralelo, el Instituto Keldysh de Moscú ha trabajado en conceptos de estaciones orbitales no tripuladas para reparaciones y repostaje de satélites rusos en la órbita baja terrestre (LEO). Aunque estos proyectos aún se encuentran en fases preliminares o clasificadas, hay indicios claros de que el país busca mantener su competitividad estratégica en el espacio con tecnologías de mantenimiento autónomo.
Europa también se mueve: ClearSpace y ESA
La Agencia Espacial Europea (ESA), junto con la startup suiza ClearSpace, trabaja en un proyecto de captura y retirada activa de satélites inactivos. Aunque el objetivo principal es reducir la basura espacial, la tecnología desarrollada en esta colaboración también podría adaptarse para operaciones de mantenimiento y repostaje en el futuro cercano.
ClearSpace-1, cuya misión está prevista para mediados de esta década, servirá como demostración de acoplamiento con objetos en órbita, lo que representa un paso intermedio hacia operaciones más complejas como el repostaje.
Reflexiones adicionales
La iniciativa de Astroscale U.S. para establecer servicios de repostaje en el espacio marca un avance significativo en la gestión y sostenibilidad de activos espaciales. Al permitir la extensión de la vida útil de los satélites y reducir la dependencia de lanzamientos frecuentes, estas operaciones pueden transformar la logística espacial y promover un entorno orbital más sostenible.
